Presentacion y AMA

Esta primer post no tiene intención concreta, aparte de ser el primer post. A ver si alguien lee, alguien opina, alguien saluda.

Porque, la verdad, no tengo ni idea de por qué demonios me metí a hacer esto. Ni de qué carajos es lo que quiero decir. Pienso, por ejemplo, en una amiga que se fue a Cali, a vivir sola, a trabajar en lo que le gusta, y me imagino que le encantaría montar un blog: tiene qué decir, le gustan los computadores, en fin. Pero ¿y yo? Claro, le estoy robando tiempo a la oficina. Y me gustan los blogs.

Así que este weblog no tiene una temática precisa, ni una intención determinada. Espero hablar un poco de cine, otro tanto de política, de libros, no sé. Ya veremos...

Pero entremos en materia, para que haya algo que comentar. Debo comentar una adicción (una de muchas, sin duda): el messenger. Ese programita que en su día reemplazó al ICQ de mediados de los noventa, me tiene atrapado. En la oficina, donde al parecer nadie sabe mucho de informática, lo primero que hice fue bajarlo y conectarme. Y estoy conectado todo el día, haga lo que haga y esté donde esté. Cuando lo cierro me siento solitario - a veces, en realidad, la sensación de alivio que me da dejar de estar allí es grande. Como si me estuviera demostrando a mi mismo la capacidad de dejar atrás la adicción. Claro que poco después vuelvo a caer en sus despiadadas garras.

No es que todo sea malo, para nada. Me ha ayudado a terminar trabajos de la universidad, a saber de la vida de los primos que viven lejos, a desaburrirme en alguna tediosa tarde de sábado, a decir verdades sin poner la cara. Tengo, también, la alegre compañía de otros adictos irredentos, que me acompañan con el calorcito de la azul pantalla del PC en momentos en que me siento desfallecer. Pero a veces creo que es hora de acabar con esta esclavitud, Y entocnes pienso en fundar la AMA, la Asociación de Messengéericos (¿Mensajéricos? Eso habría que debatirlo) Anónimos. ¿Quién se le mide a la AMA?