Cazador entre el centeno - 3
Bueno, para los lectores más fieles de este estupiblog, llega la tercera y última parte de la historia del joven cazador que quiere conocer a las mujeres. A ver qué opinan.
Volví a aterrizar en el lago. Había pasado casi una hora y no había signos de vida. Recogí el nailon para revisar la carnada y verifiqué que había desparecido. Puse una nueva mientras los peces se burlaban bajo el agua, cambié de sitio y tiré el anzuelo. Me senté nuevamente y retomé el libro.
“Cazador en el centeno” había sido prohibido en Estados Unidos después de su primera publicación. En la mañana del 8 de diciembre de 1980, el asesino de John Lennon, Mark Chapman, le había pedido al integrante de Los Beatles que le autografiara un ejemplar. Horas después lo asesinó. Chapman tenía el libro cuando fue capturado, y la policía y los medios de comunicación especularon por años sobre la conexión entre la trama de la historia y la motivación para matar a Lennon. Tal vez leerlo no apaciguaba mi espíritu ni me daba la paciencia que requería para los malditos peces.
Sentí el llamado de la naturaleza y decidí dejar la pesca por un momento. Seguí leyendo mientras avanzaba por la trocha, recta primero y después en subida, para dar con el baño. Sin ni siquiera levantar la mirada, extendí el brazo para empujar la puerta y la abrí de una. Levanté la cabeza cuando escuché un grito agudo, que bajó hasta el lago, hizo vibrar el agua, despertó a Leonardo, alertó a los peces, subió, rebotó en la montaña, puso a ladrar a los perros, pasó por los potreros, despechó a las mulas e interrumpió a las vacas. Finalmente regresó a mí.
Abrí los ojos y se me dilataron las pupilas como a un venado. Juanita estaba colgando ropa en una cuerda extendida a lo ancho del baño, empinada, con el pelo suelto y los brazos arriba, completamente desnuda. Por primera vez en mi vida veía a una mujer así. Y además la veía a ella. Tragué saliva y grité cualquier cosa. No pasaron más de tres segundos mientras di media vuelta en medio de explicaciones y disculpas. Y no pasó más de un minuto antes de regresar al lago, sonriendo y tratando de ordenar las letras de Salinger, que se desparramaban por la trocha.
Me tomé mi tiempo para saborear mi botín de guerra, para delinear la escena y reproducirla en mi cabeza mil veces. El enemigo me había invadido, pero se había llevado un golpe inesperado. Lo tendría que pensar antes de atacarme de nuevo.
Había idealizado un momento como ese y no tenía claro cómo debía sentirme. Era algo complejo, pero en esa época era suficiente que hubiese sucedido. La flaca de la cuadra y las modelos de Santa Marta eran ahora juego de niños. Ningún botín se asemejaba al mío. En el círculo de escupitajos del colegio tendría respeto y, además, había neutralizado a mi enemigo.
Llegué al lago y pregunté si había picado algo. “Nada”, respondió mi amigo, aburrido. Cambié la carnada y tiré el anzuelo. Me senté y cogí el libro de nuevo. Leonardo me siguió con la mirada y preguntó: “Oiga, ¿y qué fue ese grito?”.
Hasta acá la colaboración del Ogro de Bakú. ¿Qué les pareció? ¿Debería abrir su propio blog? No se merece la lectura ni de una frase? ¿Lo oinvito de neuvo? ¿Más vale que el boticario desaparezca y quede el ogro? Digan a ver qué hacemos - por una vez que trato de hacer de este blog un lugar democático...
6 comentarios:
Muy bien.. ahora soy yo la que comenta primero y la que debe reclamar un premio! ja!
mm, me gustó el "relato".. le tenía mucha pereza al ppio (sobra decir que odio los posts largos) pero me "enganchó" la historia.. buena buena.. el famoso ogro debería abrir su blog, yo lo leería con frecuencia (e imagino que muchos otros)... y tu dedícate a escribir y decir cosas q me hagan matar de risa, pero en tu estilo.. besos
Concuerdo con la Q, este estupiblog debería regresar a sus andanzas. Pero la historia es atrapante.
Gracias al ogro por incluir algo de morbo ...
Suerte y pulso
hello!!! eso del ogro me gusto......
y bueno aunque largo ami tambien me gusto...
saludos
Soy fanático de los textos del Ogro desde hace mucho tiempo. Me gustó la historia, el botín de guerra, y el final. Bravo por el ogro, y por el logro del boticario que lo trajo acá.
Saludos.
se me habia olvidado si que el ogro de Baku abra blog....
saludos
Esta muy entretenido el relato.
Qué le parece, amigo colombiano que intercambiemos un poco de cultura con otros paises y me visita
http://conclaustrofobia.blogspot.com
Made en la tierra de las mujeres que dicen "ueón" o "Güeón" o "huevón"
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