Para discutir de todo...como en botica.

viernes, septiembre 30, 2005

El fulbito

Tengo un amigo que, para hablar de asuntos eroticoafectivos, usa el término "fútbol". pregunta "¿y ahí hay fútbol?" o "Bueno, pero "usted quiere juagr fútbol ahí?". Tengo un primo que se juega tres partidos por fin de semana, siempre mete goles, suele perder, y es más bajito y más gordito que cualquiera de sus compañeros o rivales. Tengo una prima que siempre quizo ser arquera de la selección coreana de fútbol (sí, todos tenemos nuestros extraños fetiches). Tengo una exnovia con quien temrinamos proque me cansé de ver los partidos de la tercera división de Honduras con ella: no se perdía ni medio partido, cuando le daba insomnio ponía alguno de sus viejos cassettes de Betamax con goles de Gary Lineker y de Hugo Sánchez a mediados de los ochenta, y no me hablaba de nuestra relación sino de "la sociedad que tenemos que armar para liquidar la defensa rival, que marca a presión y no permite asociarse de tres cuartos de cancha para adelante". Yo ni entendí nunca si se quería casar conmigo, o si estaba simplemente aburriéndome. Pero lo logró. Total, que el fútbol me rodea aún más que los realities, pero hasta el momento he logrado gambetearlo y hacerle uno que otro golecito. Pero, para terror de quienes alguna vez me han visto con la pecosa rebotando en las espinillas, he decido dar un paso avante: voy a jugar fútbol.

Imagino que estaré sentado en la banca durante largo períodos, bostezando por la madrugada sabatina, y preguntándome por qué demonios no prefería inscribirme en esos cursos de cerámica colonial suiza del siglo XI (siempre me he preguntado dónde diablos fue que los suizos tuvieron colonias) o empezar a aprender feng-shui por correspondencia. En algún momento entraré para reemplazar a alguien que sí entiende para qué es que uno corre (bueno, o hace esa imitación de correr que yo logro) a lugares donde en un instante no hay nadie y, acto seguido, aparece un ser de viento que le pega a ese balón como si tuviera el martillo de Tor en su pierna izquierda. Y claro, me pasará eso, mis compañeros me odiarán primero para luego reírse de mí y yo vovleré a casa a medio día, físicamente devastado por haber corrido ocho metros y con el ánimo del tamaño de mi capacidad futbolística. Triste presagio. Pero ahí voy.

Si el sábado me llaman y no contesto, busquen en las clínicas: una falla cardio respiratoria o un come etílico me pueden haber mandado al otro mundo. Pero todo sea por demostrar que yo también puedo ser un tipo en calzoncillos que corre detrás de una bola, grita "quiérame, quiérame" y se siente feliz de estar mamado. Ya verán...acá estamos. Ebrios y futbolistas y demás payasadas.

8 comentarios:

Mr Brightside dijo...

Linguinni:
1) Por favor, PERO POR FAVOR, paseme el correo de su exnovia obsesiva con el futbol y espere en dos semanas tarjeta de invitacion a un matrimonio.
2) Los Suizos? colonias?
3) feng Shui????????? haga el favor
4) El Fulbol es muy bonito, dele una oportunidad, ademas si ud es el mas malo va a ser el que mas sonrisas arranque y del que no se va a parar de hablar en el tercer tiempo.
5) Estoy con la causa beoda y ya empece a preparar el terreno para acompañarlos desde aca bien pero bien jarto.
6) Suerte y pulso mañana.

Ciudadano Tipico dijo...

Oiga si. Cuando lea esto ya habrá pasado el partido y seguramente entonces haya comprobado una máxima de este torneo.
"Cuando usted se cree el más malo de todos... hay uno peor que resulta ser su contrincante."

Bienvenido y Saludos.

Anónimo dijo...

Y hay muchos más malos que usted que se creen la reencarnación de Maradona.

David Motta dijo...

Yo soy pesimo para el futbol, aunque de dar pata si doy hasta que se le quede enterrado a alguien en la canilla uno que otro tache. Un saludo y suerte en la nueva carrera deportiva-alcohólica

Anónimo dijo...

Me gustan los futbolistas, son tan setsis como los que tienen un blog.
Ahora tienes las dos cosas LEwin, acábalas (a las chicas y a las polas).

El Chico de la Tapa dijo...

No le fue tan mal... e igual está subido en el bus de la victoria. Y la niña obsesiva por el fútbol estaba linda o eso es pedir demasiado?

Anónimo dijo...

Bueno ver que nuestro anfitrión recupera su espíritu más lúdico (más lúdico que existencialista), y eso sí debe ser porque como que anda jugando uno que otro partido de fútbol.

Federico De la Regueira dijo...

A la niña obsesiva con el futbol no le interesa volverse porrista de nuestra escuadra?