Estatua
Es tanto y tan demoledor el ruido que ya nada suena. Se congela la vida en este instante de falso silencio que aprisiona mis brazos, y aunque me mueva, aunque salte y lance golpes al azar, nada ocurre. En silencio nada pasa.
O sí, sí pasa, pero no afuera: el silencio reduce la realidad, impide interactuar, retrae. La implosión del silencio. Entonces tomo todo el aire que le cabe a mis pulmones, abro la boca, tensiono las cuerdas vocales: un grito, un alarido de vida, un aullido que debe poner de nuevo a girar los engranajes del tiempo. Fracaso. Es más ruido, es más silencio, es más energía que me comprime.
7 comentarios:
mmmmmm... ¿volvió del tibet o qué?
lewi, estás demasiado profundo ultimamente...estatuas de sal, gritos ahogados, salidas a tomar aire...se está poniendo densa la botica, le hace falta ron.
Pensé que sólo las gorditas más reprimidas escribían así.
haba de chocolates, de sonrisas, de niños, de perros, de gatos.... no se q pensar cuando te leo on ese nuevo aire meido exisencialista.... estas bien?
Yo también los escuché. Finalmente no fue ninja, fue ensordecedor.
Lo único es que al ser tan personal un post, uno no sabe como no equivocarse de comentario...
Este es un buen lugar para gritar. Sigue intentándolo.
Suerte.
(Shhhh, es mejor quedarse sentado y callado, shhhh, pero se que se siente)
]:)
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