Bipolaridad
Como se han dado cuenta estoy refaccionando el blog (¿refaccionar? ¿Ese verbo sí existe? ¿Sirve para un blog?), y dentro de eso empecé a etiquetar los posts. Para los nuevos, si es que hay alguna vez algún lector nuevo (bueno, de hecho, si es que hay algún lector) eso quiere decir que es más fácil navegar por ahí. Para los viejos, los ya clásicos amigos, los incontables e innumerables lectores fantasma (eso que ni comentan ni son contados por el contador de entradas), eso quiere decir que ahora me autodividí en categorías.
La conclusión: soy bipolar. A ratos mamo gallo, con resultados más bien tristes en términos de lograr alguna risa o sonrisa; otros momentos soy críptico y super serio. No pienso dejar de ser ninguno de los dos, pero me gustaría saber si les gusta ese blog triste que enamoró a Camila (oh, Camila, Camila que ya montó blog, dónde estás?) o el blog mamagallístico.
Hablen ahora o callen para siempre