Para discutir de todo...como en botica.

lunes, abril 03, 2006

Días de viento

Han vuelto los días de viento. El polvo de la calle entró otra vez en mi casa: las ventanas crujen cuando las abro, la ropa blanca ya no existe, hay polvo entre mis manos y mis cosas. La gente camina ligermante agachada, como si las atacara un frío que siempre viene de frente, y el gato de mis vecinos nunca volvió a visitarme.

Yo decidí que lo mejor es esconder las fotografías para que no se rayen con la arena que vuela, perezosa, iluminada por los pocos rayos de sol que entran. También conseguí pedazos de tapetes viejos para impedir que entre el polvo por el marco de la puerta y por las grietas del techo. Viene el polvo, y todas las mañanas amanezco bañado en él.

Con el viento vuelan también las hojas, que se arremolinan en las esquinas y se confunden con la basura, que vuela también al viento. Se estrellan, se arrastran hojas y basura, y los niños, riendo, corren entre tantas cosas voladoras. Yo, por mi parte, cierro los ojos y las ventanas.

Y el viento trae sonidos lejanos; se confunden el llanto de alguna mujer solitaria con el insulto de un borracho a sus amigos. Una nueva razón para clavar maderos en las ventanas, para taponar los agujeros del techo, para calentar agua y prender la chimenea.

Como pueden comprender, no se trata del viento, que es sólo un signo, un guiño de la naturaleza; es que creo entender que el viento anuncia un desastre. Y hay que preparase, porque la devastación y la muerte me van a encontrar fuerte y grande, listo para lo que venga después, que será un mundo sin polvo, sin ojos ni ecos de llanto. Así, preparado y sin miedo, me enfrento al viento, con mi casa preparada para que nadie entre, ni los fantasmas ni los lamentos, ni la devastación ni el desastre. En esta casa sólo hay espacio para la ilusión.

8 comentarios:

Mr Brightside dijo...

Acuerdese Lewin de que los fantasmas atraviesan las paredes. Tenga cuidado con esos HPs. Llame a los cazafantasmas o algo.

Y esa es la actitud, ponerse fuerte, aunque por lo que veo no va a necesitarlo.

Veo que como que le fue bien el fin de semana. Será para la próxima para comprobar que tan mitológico es usted mano.

Un saludo.

Carolina Isaza dijo...

Hola. Estaba conociendo el blog, interesante, ala.

Unknown dijo...

a veces también me parece sentir en el aire un presagio de catástrofe... pero por lo que veo a sumercé si lo agarrarán confesado. buena cosa.
saludos...

Dharma dijo...

El viento no forzosamente anuncia desastre... los vientos son de cambio, como el viento Tramontana de México, como los monzones de la India, como el Pampero, como la Sudestada. Protegerse del cambio es como intentar tapar el sol con un dedo... sólo ilusión.
Lo mejor es recibirlo, desafiarlo, estar listo y en guardia. La mejor defensa siempre será el ataque.

Suerte!

Federico De la Regueira dijo...

Encerrarse para evitar los polvos?
Mierda, esta grave!!!

El viento no creo que traiga desastre, creo que trae caos, y el caos es cambio. Estar fuerte ante el caos no puede encerrarlo frente a un cambio que muchas veces son necesarios. Tal vez, es demasiada madera la que pone para protegerse...

Además el viente trae "polvos", y ante eso uno se protege, pero de otra forma, y los disfruta!!

Ange dijo...

me monta en un video diferente me encanta pensar que es un guiño de la naturaleza.

hoffen dijo...

El viento está formado por fantasmas que cuando están de juerga, se agrupan de a 15 o de a 20 y elevándose emprenden una loca carrera.

Por su paso despeinan a la gente, juegan con las ruedas de los triciclos, los ringletes, los molinos, pasan arrancando hojas de los árboles que luego las tiran, ensuciándolo todo.

Se divierten levantando las faldas, jalando corbatas, tumbando sombreros mientras la gente que los siente pero no los ve, cierran los ojos y se llevan las manos a la cabeza o al vestido.

Si dejás alguna ventana o puerta abierta se entrarán 2 o 3 y jugarán con las cortinas. El tapete de la entrada lo botarán lejos, y dejarán unas cuantas hojas tiradas en el piso y al salir, uno de ellos al despedirse azotará la ventana.
Y luego se irán volando de prisa por la calle, riendo a carcajadas.

yago quiñones triana dijo...

por un momento pense que se habia pasado a vivir a los cerros surorientales, con eso de que la tierra se le entra por las grietas del techo y tal. hubiera explicado antes que fue que se nos puso poetico hoy...