Para discutir de todo...como en botica.

miércoles, mayo 16, 2007

Agroindustria

Mi trabajo es extraño, y me lleva a hacer reflexiones estúpidas, de esas que me gustan. Por algún motivo que aún no me queda del todo claro, tuve que traducir un texto que incluía el término "agroindustrial". Como a duras penas entiendo de qué se trata la agorindustria, y como mi inglés trama a todos pero njo dice nada, me metí el internerd, a diccionarios bilingües... y nada.

Como no me podía quedar varado grité, y acudió a mi ayuda todo un personaje: 175cm, 90-60-90, devoto de Sai Baba, amante de comer en restaurantes de 50 el plato, angelical y demoníaca. Toda una joyita. Claro, una joyita sagaz, que me llevó a Google y me mostró que sí, que había 67.832 referencias a la "agroindustry". Hasta acá, nada nuevo: un imposible amor fugaz, un nuevo dato inútil, una muestra más de mi pernicia.

Pero, desocupado que soy, empecé a mirar las referencias de la diosa Google (oh, Google, que defines qué existe y qué no) y descubrí algo que voy a patentar, que va a fundamentar una tesis postdoctoral y que me va a llevar a dictar conferencias por todo el orbe: hay una nueva clasificación de países.

Sí señores, ya dejamos atrás la división entre países desarrollados, países en vías de desarrollo y países subdesarrollados, entre países comunistas, países capitalistas y países noalineados; entre norte y sur. La nueva división, en la que la querida Colombia y los demás países latinoamericanos seguimos siendo de clase media (sin subsidios de los de arriba, explotados y cagados del susto de que nos quiten lo poquito que tenemos), es la de países agroindustriales. Ahí está la prueba, miren Google: la agoindustria está en Chile, en Ucrania, en Kosovo, en El Salvador. Supongo que en Irán y en Argelia puede haber. Pero nunca en Alemania ni en Uganda, en Australia o en Sudán.

Y ahora que pienso, cuando ya eché tanta carreta, resulta que lo único que estoy diciendo es que Venezuela, Argentina, Honduras y Colombia seguimos siendo unas "Banana Republic". Sólo que ya podemos denominarnos "Banana & Factory Republic"